Museo Nacional de las Intervenciones (México)

En el Convento de Churubusco se libro la batalla del mismo nombre en contra de los invasores norteamericanos en el 20 de agosto de 1847, Los patriotas mexicanos defendieron la posición hasta de agotaron las municiones, puesto que se trataba de la ultima oposición antes de entrar a la Ciudad de México, en contra de los ejércitos americanos que venían de vencer a la División del Norte del ejercito mexicano.

Los mexicanos, hombro a hombro con los soldados irlandeses –que habían desertado del ejercito americano por su identificación con la fe católica-, fueron vencidos y los desertores de Irlanda ahorcados en San Jacinto, San Ángel, Distrito Federal.

Cunado los norteamericanos llegaron a la Ciudad de México, colocaron en Palacio Nacional la bandera de las bandas y estrellas. Dice la leyenda que el soldado que la estaba colocando, fue muerto de un disparo de un francotirador anónimo, como protesta a la injusta invasión de que había sido objeto el País.

No se logró la victoria mexicana, pero sus soldados se distinguieron por su arrojo en aras de la defensa de causas justas.

En el Museo Nacional de las Intervenciones, podemos apreciar las banderas de los ejércitos franceses y norteamericanos que invadieron el País independizado en el Siglo XIX.

El domingo 19 de agosto, Museo Nacional de las Intervenciones abra sus puertas de manera gratuita para festejar la batalla de Churubusco, con una conferencia que relatará la hora a hora de la batalla, se exhibirá una película referente a los soldados irlandeses que noblemente arriesgaron su vida por México y su pueblo, también se contemplan visitas guiadas con actores que representarán a personajes históricos, a las once de la mañana, se realizará una ceremonia en conmemoración. Todos quedan invitados a festejar la voluntad mexicana e irlandesa.

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Otro de los dirigentes del batallón irlandés, Barry Fitzgerald, durante el Consejo de Guerra señaló: “Los soldados de San Patricio no esperamos clemencia por parte de ustedes. La muerte honra cuando la vida se entrega por una causa justa. Quiero aclarar a la defensa que no fuimos seducidos como se trata de hacer creer. A una mujer se le seduce [...] a un hombre se le convence. El Batallan de San Patricio está formado por patriotas de Irlanda, por hombres que hemos sentido en nuestra tierra, en nuestra carne, el brutal atropello y el descarado despojo del que abusa de su fuerza. Fuimos engañados, sí, pero por el ejército norteamericano que nos alistó en sus filas asegurándonos que los Estados Unidos eran víctimas de una agresión por parte de los bárbaros. Ese fue el engaño [...] porque el pueblo llamado bárbaro era débil y no atacaba, sino que era agredido. Incendiaba sus pueblos, destruía sus hogares y salía con sus mujeres y sus hijos a luchar por los caminos antes que rendirse o entregarse […] ese valor fue el que nos sedujo a los irlandeses, el que nos recordó que nuestro pueblo era víctima también del sátrapa y del malvado inglés. Su fervor, su fe católica nos unía a ellos en esta infame conquista que será un estigma para los Estados Unidos. “